Los países europeos a su vez son grandes cómplices del genocidio, puesto que ninguno ha defendido la soberanía palestina, debido a que Israel es un gran aliado, o muchas veces puede ser por el temor a Estados Unidos, puesto que ha amenazado directamente con cerrar vías comerciales o de implantarle sanciones económicas a los países que no cumplan con las órdenes. Los países, después de dos años de masacre, han despertado, puesto que España ha declarado abiertamente que lo que se está viviendo en Oriente Medio es un genocidio como ningún otro; Francia y Reino Unido han tomado la decisión de reconocer a Palestina como un país, teniendo varias dudas respecto a lo que Trump diga sobre estas decisiones.
Palestina es uno más de los países que se ha defendido a capa y espada contra las grandes potencias, siendo así uno de los países más abandonados y con menos visibilidad dentro del panorama geopolítico, siendo así que el 80% de los palestinos han sido asesinados en dos años, un pueblo abandonado. El mundo va a tener que disculparse por aceptar que esta masacre se viva en pleno siglo XXI. El discurso del ministro de Israel sigue siendo el mismo: el que decida atacar al Estado de Israel va a entrar en guerra directamente, puesto que para ellos no hay una solución diplomática, así como para los Estados Unidos, que decide tener unas políticas alejadas del progresismo; más bien busca alimentar el ego de que son el país más importante y más influyente, siendo así que utilizan las maneras más crueles y atroces para conseguirlo, como lo está viviendo Venezuela, Palestina, Colombia, Cuba y, por último, Ucrania. A este país no le importa la humanidad, solo le importa lucrarse, siendo así Estados Unidos el país más sucio y el que más derechos violan bajo su lema de falsa libertad.
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